No fue una boda al uso. Tampoco una fiesta al uso. Como fue un poco de cada cosa, sumado a grandes dosis de imaginación y creatividad, decidieron llamarlo la «Boesta«, una boda que se convirtió en una fiesta. ¡Y vaya fiesta! Imagina llegar a una boda y que te reciban unos cuantos cabezudos. No solo eso, entre esos cabezudos también estaban camuflados los novios, pero nadie lo sabía, así que las primeras interacciones de los protagonistas fueron anónimas y desternillantes.

Mientras tanto, una orquesta imposible, creada exclusivamente para la ocasión, amenizaba los momentos previos a la ceremonia hasta que los novios hicieron su entrada en familia a bordo de un tuktuk y protagonizaron un divertidísimo momento de «novia a la fuga» en el que Anabel se echó a correr en mitad del pasillo nupcial y Diego inició una carrera entre los asientos hasta alcanzarla para llevarla a hombros hasta el altar. Aún no había empezado la ceremonia y ya había habido risas, adrenalina y sorpresas a montones.

El original vestido de novia estaba hecho de retales de telas recicladas, pertenecientes a más de 70 mujeres importantes para la vida de Anabel. Cada trocito de tela tenía una historia detrás y era muy emocionante comprobar como había tantísimo cariño hasta en el más mínimo detalle. No solo por parte de los novios, también la implicación de los invitados fue maravillosa. Cada uno aportó su granito de arena en hacer de la boesta algo inolvidable. Desde la ternura de Lola, de 9 años, cantando una nana personalizada para los novios en la ceremonia hasta las hilarantes actuaciones de Jota y Encarni como maestros de ceremonia y presentadores de las actuaciones sorpresa, la PAI y su espectáculo de animación, monólogos, teatro, humor, juegos, bingo musical, karaoke y hasta un doble arcoíris que no se quiso perder semejante evento y que nos regaló un momento mágico al final de la tarde.

Fotografiar este día ha sido un regalo, qué emocionante plasmar tantos sentimientos y qué manera tan bonita tienen Diego y Anabel de contagiar amor y humor a partes iguales. Aquí algunos de mis momentos favoritos de su gran día!

Diego y Anabel. 18 mayo 2024

Ceremonia y celebración: Hacienda Las Flores, Zaragoza

Vestido de novia: Obsidiana Taller

Fotografías: Beatriz Pitarch