Ana y Tom se conocieron en Londres y allí es donde comenzó su historia de amor. Una historia que tras varios años viviendo en la capital inglesa, les lleva ahora hasta Zaragoza, la ciudad natal de ella, en la que han decidido compartir su “Sí, quiero/ I do”. Los protagonistas habían planeado un enlace muy sencillo. No querían fotos en los preparativos y tampoco querían realizar algunos de los tópicos más repetidos en las bodas, como el corte de tarta, la entrega o lanzamiento del ramo, etc. Simplemente querían una firma en el ayuntamiento de Utebo y una comida con los mas cercanos. 

La ceremonia, traducida al inglés y al castellano, estuvo acompañada de unos emotivos discursos por parte de la madre y el hermano de Ana y también del padre de Tom, en los que las palabras de admiración y cariño se multiplicaban entre las dos familias. Tras la lluvia de confetti, y como sorpresa para los novios, arrancó un baile de  sevillanas de lo más colorido, y más tarde, ya en el restaurante, pudimos disfrutar de la siempre brillante actuación de Luis Cebrián, que consiguió sacar una sonrisa incluso a la familia del novio, que no entendían nada de las hilarantes presentaciones de Luis, pero se contagiaban con el buen humor que derrochaba tras la guitarra. 

El ambiente, los gestos de cariño, las risas espontáneas, los abrazos, la complicidad y la alegría con la que todos celebraron este día marcaron una boda preciosa. ¡Aquí está el resumen en fotos! 

Ana y Tom. 7 de marzo 2022

Ceremonia: Ayuntamiento de Utebo

Restaurante: Cafe Nolasco

Fotografías: Beatriz Pitarch