Boda Andrea y Jose
Querían una boda sencilla, una ceremonia en su parroquia de toda la vida y luego ir a un restaurante. No estaba previsto ni cóctel, ni pomposas decoraciones, ni corte de tarta ni demás protocolos nupciales. Pero los amigos quisieron sorprender a los novios y les regalaron un día inolvidable. En la ceremonia, parte de los invitados se encargaron de interpretar música en directo. No solo las canciones correspondientes a la eucaristía, si no incluso algún tema propio. Y ver a los invitados cantar, darse las manos, aplaudir y vibrar al ritmo de la música fue algo muy especial.
Al finalizar, en el propio patio exterior de la iglesia, habían organizado un ágape con bebidas, picoteo y champán para todos. Y entre fotos de grupo, besos, brindis y abrazos también hubo regalos y más sorpresas para los novios.
Ya en el Molino de San Lázaro, el restaurante, sus mejores amigos dieron algunos discursos tan emotivos que más de uno tuvo que recurrir al pañuelo para secarse las lágrimas. No faltaron más regalos, más ambiente, los invitados cantando, celebrando, riendo y por supuesto bailando. Si hasta hubo varios momentos de pogos en plena pista de baile!
Así que lo que yo pensaba que sería algo con poquitas fotos, se convirtió en un no parar de momentazos maravillosos. Qué bonito ese beso entre Andrea y su sobrinito de dos años, qué bonito el atardecer de postal que pillamos de camino al restaurante, qué genial fue su baile nupcial (¡y eso que lo improvisaron!) y qué bonito haber podido acompañar a esta pareja a lo largo de todo ese día. Aquí van algunas de mis fotos favoritas del gran día de Andrea y Jose.
Andrea y Jose. 4 mayo 2024.
Ceremonia: Parroquia de Nazaret, Zaragoza
Celebración: Molino de San Lázaro, Zaragoza
Fotografías: Beatriz Pitarch