Boda Eduardo y Andrea
Me quedó claro en el primer momento que conocí a Andrea que ella tenía una mente creativa y que su boda no iba a ser de lo más convencional. Y además, se casaba con Eduardo, al que conocía hace un montón de años por su faceta musical. Edu toca la guitarra, y yo había seguido sus andanzas en los escenarios, había ido a ver sus conciertos y me sabía muchas de las canciones en las que él había puesto su grano de arena. Así que aunque ya imaginaba que sería una boda diferente, no sabía lo que me esperaba. Y en el fondo, los invitados tampoco, porque fue una boda llena de sorpresas.
Empezando por el sitio. Nadie sabía dónde se celebraba el enlace. No lo ponía en la invitación y los amigos y familiares solo sabían que un autobús vendría a recogerlos a determinada hora en determinado lugar, y el resto era sorpresa. Había apuestas de si era en una ciudad o en otra, si había que lleva bañador o bufanda… Así que fue muy divertido ver bajar a los primeros invitados del autobús con cara de… «¿Dónde estamos?»
Y estábamos en la bodega Pago de Cirsus, en Navarra. Y asistimos a una boda increíble, donde hubo desde momentos hilarantes como el test de compatibilidad o las caretas de los propios invitados que se repartieron durante el baile, hasta la emotividad de sus votos o los brindis con crema de orujo en plena ceremonia para calmar los nervios. Todo en esta boda era digno de ser recordado, y eso es lo que he tratado de hacer con estas imágenes. Plasmar un recuerdo de todo lo que nos emocionó ese día, que fue mucho! Aquí va el resumen en fotos!
Eduardo y Andrea. 25 mayo 2019.
Ceremonia y celebración: Pago de Cirsus, Ablitas, Navarra
Vestuario novios: Miriam Doz
Fotografías: Beatriz Pitarch
Segunda fotógrafa: Noemí Schwarzbox