Maria Pilar y Pedro
Me encanta cuando las emociones y las sorpresas que se viven en una boda tienen un efecto boomerang, es decir, un invitado prepara algo para sorprender a los novios, y a su vez los novios agradecen su implicación en la boda con un regalo especial para ese invitado, de modo que nadie se espera nada y todos acaban emocionados.
Eso pasó por ejemplo con la tía de Maria Pilar, que realizó a mano un montón de detalles con encaje de bolillos para la boda, pulseras para las invitadas, la cinta para el ramo de novia, entre otras muchas cosas, y cuando los novios se levantaron a darle unas flores como agradecimiento, los tres acabaron soltando unas cuantas lágrimas.
Y lo mismo con la hermana de Pedro. Ella leyó un discurso precioso durante el brindis que no se esperaban y también preparó un video sorpresa para el baile, lo que hizo que los novios acabasen completamente emocionados, pero lo que su hermana no sabía, es que el ramo de novia iba a ser para ella, así que cuando se lo entregaron, fue otro de esos momentos intensos y llenos de abrazos y lágrimas.
La verdad es que hubo muchos más. Fue una boda preciosa, quizá porque Maria Pilar y Pedro se hacen querer. Se notaba en lo bien que hablaban de ellos todos los invitados, y no solo eso, Pedro había trabajado durante años en el Gran Hotel, y el cariño con el que hablaban de él sus antiguos jefes y compañeros, que ahora estaban trabajando para su boda, era envidiable.
Todo salió de diez, y nos quedan unas cuantas fotos para recordar uno de esos días de los que dan ganas de repetir. Aquí va un pequeño resumen del gran día de Maria Pilar y Pedro:
Maria Pilar y Pedro, 23 Noviembre 2019
Ceremonia: Iglesia Santiago el Mayor, Zaragoza
Celebración: Gran Hotel, Zaragoza
Fotografías: Beatriz Pitarch
Segunda fotógrafa: Rebeca Cárdenas